lunes, marzo 26, 2007

24M

¿Dónde estaré ayer?
Es notable el dolor ambiente
Ruinas, Juan Gelman

¿Qué es el dolor?
¿Qué otra cosa si no la transformación corpórea de un agujero espiritual que alguien secó?
¿Qué es el dolor más que la certeza del recuerdo para siempre, de la costosa victoria de la memoria?

¿Y la memoria?
Tal vez sea el camino de eslabones corroidos (pero firmes) por donde el dolor calma su propio dolor; que es el mío. O es el tuyo.





El Sitio de la Nada recuerda con profundo respeto y admiración a los 30 mil desaparecidos durante la Dictadura militar. Y exige la aparición con vida de Julio López.

Estén donde estén, están.


(foto tomada por el periodista, fotógrafo, escritor y amigo de la casa, Pelado)

miércoles, marzo 21, 2007

Podar Poder Rapar

¿Qué derecho tenemos para violentarnos así?
¿Quién nos dio la prioridad sobre el resto de la vida que comparte nuestro suelo?
Estoy enojado.
¿Alguien sabe quién rapó al árbol que inflaba su copa justo encima de mi balcón?

viernes, marzo 16, 2007

Gran Hermano


Entonces desapareció a su vez la monumental cara del Gran Hermano y en su lugar aparecieron los tres slogans del Partido en grandes letras:


LA GUERRA ES LA PAZ

LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD

LA IGNORANCIA ES LA FUERZA


Pero daba la impresión --por un fenómeno óptico psicológico-- de que el rostro del Gran Hermano persistía en la pantalla durante algunos segundos, como si el "impacto" que había producido en las retinas de los espectadores fuera demasiado intenso para borrarse inmediatamente. La mujeruca del cabello color de arena se lanzó hacia adelante, agarrándose a la fila de la silla anterior y luego, con un trémulo murmullo que sonaba algo así como "¡Mi salvador!", extendió los brazos hacia la pantalla. Después ocultó la cara entre sus manos. Sin duda, estaba rezando a su manera.


Fragmento de 1984, Geoge Orwell

miércoles, marzo 14, 2007

Interrupción borgeana

Buscando una frase de Aristóteles con la que me topé en el momento más inesperado del día (una frase genial del sabio griego que habla sobre el tiempo, dicha por un personaje vulgarizado, justamente, por el tiempo), buscándola decía, el google me disparó en la primera bala un fragmento inevitable de las Conversaciones de Jorge L. Borges con Osvaldo Ferrari, aparecidas en 1984 en el periódico Tiempo Argentino.
Simplemente, les sugiero que si tienen tiempo y ganas de entender mejor de dónde venimos y hacia donde volvemos, hagan click aquí.
Y si no tienen tiempo consíganlo y vuelvan.
Eso sí, sobre las ganas de cada uno no puedo opinar.