domingo, noviembre 29, 2009

Harrison


XLVII



Sin salir de la puerta

se conoce el mundo.

Sin mirar por la ventana

se ve el camino del cielo.

Cuando más lejos se va,

menos se aprende.

Así, el sabio,

no da un paso y llega,

No mira y conoce,

no actúa y cumple.


“Tao Te King”

Lao Tse (**)


Canción de pájaros migrantes



Una pequeña imagen de Buda que cruzó la tierra y tu foto que se ilumina por sí misma. La mirada concentrada y dulce, quizás parecida a esa forma única con que siempre enhebraste tus melodías.
Tus canciones son generadoras de luz. Muchas, incluso, despliegan tanta espiritualidad que, como tus manos en el diapasón de la guitarra, hacen que la música crezca junto con las plantas, los niños y el deseo de los amantes.
Busco refugio en tu música y lo que encuentro es felicidad. Me repliego en el claroscuro de un templo milenario y tu voz me lleva al futuro, a la esperanza de los pájaros migrantes.
Tu despedida elegante fue la del sabio en la montaña, cantando mantras de amor, antes de iniciar el viaje definitivo. Ese que se llevó parte de nuestra vida, como ocurre cuando nos dejan los seres amados.
"El mundo está terriblemente más vacío ahora sin él", dijo sobre vos, Bob Dylan. Y seguirá siendo cierto.
Qué generosas tus canciones, George. Siempre están ahí para darnos todo. Y encierran en su belleza, el fluir constante de los afluentes del Gánges. "No habrá un futuro donde dejemos de ser", nos recordaste en tu última canción, citando el Bhagavad-Gita.
Te siento muy cerca de mi corazón, fiel amigo, mientras el sol ilumina esta ciudad de solitarios. Tu música colmada de eternidad irradia vida; ella mueve algo en el aire.


Por Juan Carlos Diez (*)




* Juan Carlos Diez es autor de Martropía, conversaciones con Luis Alberto Spinetta; y de El nacimiento de los peces (Poesía-Ediciones del Dock).


** George Harrison se inspiró en este texto del Tao Te King para componer The Inner Light, tema grabado por los Beatles en Bombay junto a músicos de la India.


viernes, noviembre 20, 2009

Doris

Toda luna, todo año.
Todo día, todo viento,
camina y pasa también.
También toda sangre llega
al lugar de su quietud.
Chilam - Balam
Doris tiene algo parecido a un bar pero mucho más humilde en la playa Manzanillo, un rincón de mar verde, selva y arena blanca sobre el Pacífico mexicano sur, en Puerto Escondido. Para ella, Manzanillo es "la segunda mejor playa de Escondido". Llegar aquí significa bajar unas escaleras empinadas, de piedra amarilla, entre la vegetación densa, con el mar apareciendo misteriosamente.
Doris me señala una especie de morrito bajo en una de las puntas de esta pequeña playa. Me cuenta que detrás de esas palmeras se encontraron tumbas precolombinas de antepasados de la más alta escala social. Y que hace unos ocho años, un pescador del pueblo tomó y se llevó una de las calaveras del lugar ancestral. "Y al poco tiempo murió".
"No pudo con su culpa, con el temor de estar profanando una tumba sagrada", relfexiona, y refriega sus manos en un trapo que le cuelga de la cintura. Yo le digo lo que estoy pensando; sugiero que ésa debe de ser la verdadera Fuerza.
"Sí, el poder de la mente", asiente a los ojos.
Después de un silencio mirando al mar, Doris concluye que aquí en su pueblo la gente está perdiendo los valores. Que hace 40 años el trato entre ellos era diferente. Y no sólo eso: "Pretendíamos pensar".
Ahora, ingenua pero sabiamente, entiende que es la era de lo rápido, de lo inmediato.
Depués calla otra vez. Me mira a los ojos de nuevo, con los suyos, negros, milenarios.
"La tele gobierna las mentes, pues", se le sale de la boca.
Entonces maldigo en silencio a Doris. Me olvido de repente del paraíso. Vuelvo, fatídicamente, a las cosas de mis días, a la locura, a la máquina que todo lo tritura cotidianamente y casi nadie se da cuenta.
Doris, allá lejos, sí lo nota. Tal vez sea por el mar. Sólo por eso.

jueves, noviembre 05, 2009

Dos pensamientos sobre lo mismo

Tomados colectivamente, los pobres son inabarcables. No sólo constituyen la mayoría del planeta, sino que además están en todas partes y, de alguna manera, el más pequeño de los acontecimientos remite a ellos. La actividad de los ricos, por consiguiente, consiste en construir muros: muros de hormigón, de vigilancia electrónica, barreras de misiles, campos minados, fronteras minadas, desinformación mediática y, por último, la barrera del dinero que separa la especulación financiera de la producción. Sólo un tres por ciento de la especulación y del intercambio financiero está relacionado con la producción. Te quiero.

De A para X
John Berger

El mejor ejemplo de gobierno no se saca de los libros. Se saca de una madre. O sea, ella siempre va a cuidar al más debilitado. Si tiene que dar un pedacito de carne más, se lo da al más debilitado. Si ella tiene que dar una mamadera más, se la dará al más debilitado. Ella adora a todos, ama a todos, pero aquel debilitado no es el más bonito, no es el más inteligente, es el más necesitado. Y ese es el espíritu de madre. Yo te confieso que gobierno el país con espíritu de madre. O sea, nosotros tenemos que cuidar de las personas más pobres. El rico no precisa del Estado.

Luíz Inacio "Lula" Da Silva
Presidente de Brasil