viernes, mayo 25, 2007

Espanto


Es el frio.

Es el aroma añejo, acido.

Son las piedras, y el ruido de botas invisibles sobre ellas.

Es un reloj parado, un triangulo rojo. Y uno amarillo.

Son flores vivas, secas pero vivas.

Petalos de hoy, camas de ayer.

Es el peso y su negra figura.

Es todo, lo helado, los hierros, el gas.

No es un sueño.

No.



*Foto tomada en el campo de concentracion de Sachsenhausen, Berlin (mayo 07).

1 comentario:

Anónimo dijo...

un filósofo se preguntó una vez si se podía escribir poesía después de los campos de exterminio.
Mi respuesta--con el peso que tiene semejante pregunta-- es SI.
Y después de leerte, más.