miércoles, enero 30, 2008

Vivir

"Vivo, trabajo, en pos de una sociedad en la cual cuanto más honrado sea el hijo menos ha de temer la madre; en la que todo trabajador tenga un sentido de la responsabilidad, no porque se le pida, sino porque la tiene la quiera o no; en la que la única élite sean los ancianos; en la que todas las tragedias se admitan como tales; en la que las mujeres no sean utilizadas como ganchos publicitarios para vender artículos de consumo (una degradación finalmente mucho mayor que la prostitución); en la que la palabra libertad sea innecesaria, porque se necesitan todas las capacidades; en la que queden tan pocos prejuicios que un hombre pueda juzgar a otro sencillamente mirándolo a los ojos; en la que todos los artistas sean básicamente artesanos; en la que todos los dictadores hayan sido juzgados por sus víctimas y, de haber sido declarados culpables, disparados por un batallón formado por sus propios generales, cuyas vidas hubieran sido salvadas sólo a tal efecto".

De Janos Lavin, protagonista de Un pintor de hoy.
John Berger.

jueves, enero 24, 2008

Brindis

Está sentada con sus padres (podrían ser sus abuelos, también) en una de las mesas de un vértice de la confitería. Toma una Sprite y revuelve el líquido con la pajita. Lo hace todo el tiempo y cuando para, es para brindar con su padre.
Es la cuarta vez que los veo chocar los vasos en apenas 10 minutos. Se miran a los ojos, y chin chin. Sonríen.
Tengo la sensación de que, cuando tu hijo padece el síndrome de Down, el amor se multiplica como un brindis en Año Nuevo.

lunes, enero 21, 2008

La servilleta entre el tostado y los dedos

Están sentados frente a mí. Digamos que a dos mesas de distancia. Entre nosotros hay una heladera llena de tortas, cuyo motor disipa un calor que parece derretir nuestras piernas.
Ellos pidieron un tostado de jamón y queso. El, una Sprite. Ella, un submarino. Los dos comen el tostado empezando por uno de los ángulos más agudos. Ambos lo sostienen con su mano derecha, pero entre los dedos y la miga de pan una servilleta filtra la grasa del queso y el jamón calientes.
Ella es flaca, no llega a los 40. Usa anteojos para ver mejor y todos los elementos de su cara parecen atraídos hacia un centro, como cuando se forma un agujero en la arena y lo de alrededor va cayendo inevitablemente. Como el desagote de un lavabo, todo se reduce a su centro, casi como un espiral.
El tiene piel blanca y parece recién afeitado. Pero por primera vez. Mientras come, mueve el pie derecho como si estuvier siguiendo el ritmo de una canción de Django Reinhardt.
Los dos comen el tostado, beben.
No hablan. No hablan.

lunes, enero 14, 2008

Reminiscencia

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Jorge Luis Borges


El recordaba recordarla. Tal vez fuera la memoria del olvido.
O quizás, precisamente, todo lo contrario.

jueves, enero 10, 2008

El ruido de la soledad

A mi alrededor el ruido raspa, desorienta. A través de la ventana un mundo básico camina contra el viento sur.
Alguien me mira.