martes, junio 13, 2006

Titicaca



La belleza del Titicaca es tan indivisible, tan audaz, que corre el riesgo de ser cursi. No vale la pena intentar nada con ella, cualquier forma de retrato sería escasa.

Es mejor que el lago Titicaca desaparezca, incluso, de la memoria; no hay que devastar su inmensidad con la violencia de los recuerdos.

(foto tomada en la Isla del Sol, Bolivia, mayo 06)

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