martes, diciembre 12, 2006
Los vivos y los muertos
1. Es tan obvio como innecesario escribir en este blog más de tres líneas sobre la muerte del asesino Pinochet. Las únicas muertes para recordar son las dignas.
2. Así que voy a contar que estuve mirando la tele. Y tuve una experiencia única. Mi vertiginoso zapping se vio interrumpido por la cara de un Tinelli conmovido lagrimeando entre melodías de violín. Ahí paré y me puse a mirar. ¿Qué es lo que se elogia y lo que se critica de un programa de televisión? ¿Desde qué punto de vista? ¿Desde qué lugar?
3. Hace poco, en un reportaje, alguien me dijo que si a la gente le ponés algo interesante desde lo cultural lo va a mirar y así aprenderá. Es tan cierto como que por algo ponen lo que ponen. Digamos, la televisión tiene los televidentes que se merece (y que merecen los anunciantes). Y viceversa.
4. Entonces me siento de espaldas a mí. “Bailando por un sueño”, ese programa que nutre a toda una grilla de televisión (pensar en “no muerdas la mano que te da de comer”), es maravilloso. Su puesta en escena es una composición perfecta pensada con maestría para esos televidentes merecedores. La música épica (el trabajo del musicalizador es brillante), los abrazos tiesos, las lágrimas de todos (ganen o pierdan), el silencio, la impaciencia, los colores llamativos, el traje oscuro del que manda, la palabra “sueño” y el juego a la confusión. Y más: la toma de partido de los otros, la pelea, la amistad y la compasión de y hacia la víctima.
5. Es que hay tanta inteligencia detrás del show que todos disimulan la para nada sutil diferencia entre un sueño y una necesidad. Es la miseria de la condición humana transmitida con precisión.
6. Así que cambio de canal. Prefiero que no me subestimen.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
mmm...mi´ciste reflexionar,
ahora que decis esas cosas veo en el programa de tinelli...
como protagonista:al baile erotico, actividad cultural.
como valores: una lucha de escalas.
como misión: mostrar la desgracia de varios, crear la tensión que significa solo solucionarle el problema a uno.
en definitiva de lo mas sano de la TV
Bueno, si los medios reflejan a la sociedad, y no al revés, hay algo que etá mal.
Muy bueno el blog. Llegué acá por el blog, del blog, del blog.
Salute
Alicitis, te agradezco nuevamente tu generosidad (lo hice en un post más viejo y tal vez no lo veas, el de López) en el elogio.
Desde que apareció Cantando por un sueño, antecesor de Bailando, me resultó increíble de que se jugara hasta socarronamente (los puntajes de Lafauci, por ejemplo) con gente que, a diferencia de Operación Triunfo o Gran Hermano, por caso, no compite porque quiere ser famoso o triunfar en la música, sino para operar a un primo hemiplégico, conseguir un techo para dejar de vivir en la mierda o evitar que un hermano se quede ciego... No me cayó mal, ni bien... me parecía increíble que la tele se lo permitiera, que no lo advirtiera, y que no lo advirtiera nadie más... Pues bien. Todo esto lo has dicho, Fero, con una frase buenísima por lo sintética (algo que, como se ve, no me caracteriza)... eso de la diferencia entre un sueño y la necesidad... Me siento un poco menos solo. Un abrazo.
Publicar un comentario