miércoles, abril 04, 2007

Buenos Aires


Antes yo te buscaba en tus confines
que lindan con la tarde y la llanura
y en la verja que guarda una frescura
antigua de cedrones y jazmines.
En la memoria de Palermo estabas,
en su mitología de un pasado
de baraja y puñual y en el dorado
bronce de las inútiles aldabas,
con su mano y sortija. Te sentía
en los patios del Sur y en la creciente
sombra que desdibuja lentamente
su larga recta, al declinar el día.
Ahora estás en mí. Eres mi vaga
suerte, esas cosas que la muerte paga.
.....
....
Y la ciudad, ahora, es como un plano
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana
sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
* Ambos poemas se llaman "Buenos Aires"; y fueron publicados por Jorge Luis Borges en El otro, el mismo (1964).
** La foto fue tomada en un atardecer, creo, sobre la calle El Salvador.

1 comentario:

Mundo Yao Ming dijo...

Soy de enfrentarme a los retos y prefiero verle la cara a la muerte. Veo nubes ante mi, pero nubes grises que se abren para dejarme paso a tan espantoso descenlace de una vida sin lamentos y con muchos excesos. Soy lo que soy y no reñiego de mi conformación orgñanica he inorgánica, frío, descerebrado. veo finales sin resolver y misterios creados por mi oleaje. Dejenme retirarme en paz pero en un mar de delirio y placeres qeu no encuentren resistencia en mi piel. Dejenme buscar la gloria en la muerte más digna en un infierno caluroso.