Todo lo que añoraba era volver a ese cuerpo. Aquella noche, las luces acuáticas tornaban del azul al verde, y después al amarillo. Con movimientos tenues, protegidas en el silencio de la profundidad, sus formas veladas lo esperaron y lo abrazaron al fin con sus piernas.
Era todo lo que extrañaba. Volver allí.
2 comentarios:
me gustan mucho estos versos estremecedores, y dejá en paz a las pobres que blandean sus carteritas Luis Vuitton, che, que son divinas, más allá de los envases y el contexto geo social. oor lo demás, se agradecen las crónicas de todo tipo, material para devorar y leer en este lento 1ero de enero!!! felicidades a todos los conblogger, y vos, sitio de la nada, andá a laburar jaaa y a comer chivitos!!
Volvé.
Siempre volvé.
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