Ya he dicho alguna vez que desconfío de las mujeres que llevan sin preocupación, como algo normal y cotidiano, los aros perla.
Aquí por donde ando ahora, ese sentimiento se ha convertido en pesadilla. Lindas o feas, modernas o, como la mayoría, pacatas. Relajadas o perseguidas. De las que miran a los ojos a los hombres, o las otras. Todas o casi todas.
Nueve de cada diez mujeres tucumanas usan aros perla.
Siento escalofríos.
3 comentarios:
Ferito, cuidate. En ese terruño hay enanos que de noche se ponen aros de perlas y atacan a las personas.
Abrazo
A encerrarse y esperar deseperado la hora de volver.
No qusiera estar en tu lugar.
Abrazo
todos temen a aquello que desean...
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