viernes, octubre 05, 2007

Adentro

Adentro, a eso de las seis, el sol empieza a apoyarse sobre el horizonte y un atisbo de viento atraviesa los pasillos de concreto: tal vez sea lo más parecido a libertad que habrá en todo el día. Y eso se repite, condenadamente.
Apenas se escucha el ruido de una doble puerta de metal, el estampido de la goma de dos botas negras contra el suelo. Apenas.
El silencio no es más que la sombra de las palabras.

foto tomada en el Penal de Máxima Seguridad de Ezeiza.

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